Pepe el Malo vivía en el cubo de basura más grande de toda la calle,junto con Lulu la tonta y Fermín el muermo, un ratón amargado por la vida.
Cuando los tres amigos estaban aburridos esperaban a Miranda, la tortuga más vieja de la ciudad para burlarse. Disfrutaban mucho cuando la tortuga se caía boca arriba y no era capaz de darse la vuelta, por eso todas las mañanas le ponían unas peladuras en el suelo para que resbalara y cayera.
Miranda salía de su casa todos los dias a la misma hora para comprar la bonoloto. Estaba tan acostumbrada a sus carcajadas que incluso ella misma se reía de su torpeza y hasta había comprado un chubasquero para no ensuciarse demasiado al caer. Pero un día Pepe, Fermín y Lulu enfermaron y se quedaron llorando en su cubo de basura.
Todo el vecindario se alegró mucho de que por fin Miranda pudiera atravesar aquella calle sin caerse patas arriba, pero ella se extraño tanto que hasta preguntó por los tres amigos burlones. Así fue como se entero de que sufrían una artritis gotosa debido a su inclinación a manipular, acompañada de cálculos renales además de caspa y colon irritable por acumulación de antiguos pensamientos confusos.
Miranda que era muy mayor y gran experta en dolores de todo tipo les preparo una manzanilla caliente y milagrosa. Desde aquel día Pepe el malo y sus amigos vigilan la calle para que las tortugas mayores que ven muy mal y caminan despacio no se caigan.
