Las babayagas del norte son brujas con raíces rusas y carboníferas; pueden quemarse ellas solas provocando los mayores cataclismos o incendiar la ciudad en una noche neroniana llevándose por delante los malos augurios de Zeus y el hombre lobo juntos.
Viven en lugares recónditos donde el clima es llevadero manteniendo los secretos recibidos por Eolo , el de las castañas. En las noches de ventolera pueden hablar interminablemente de sus miserias o transformarse en rayos mágicos de luz capaces de apagar cualquier sol. Tienen ciertos hábitos que inculcan a las más jóvenes para perpetuar la especie y hacen de ello un ritual mágico y antropológico.
Al amanecer, cuando la luna se pierde entre los carrascos mantienen los pensamientos rusos de la lucha por la vida; son austeras, trabajadoras infatigables y proclives al trabajo más difícil, a mediodía se conforman con un huevo con chorizo y patatas fritas, al atardecer cantan al sol y a la lluvia y cuando anochece invocan al amor con todos sus sentidos.Son las reinas de la colina.
Cuentan que en un principio fueron mujeres maternales dadas al calor de los hijos, pero algunas fueron sometidas a destierros injustos que sobrellevaron estoicamente entre la M-30 y la M-40 y las más sensibles se dieron a la bebida en un "qué me importa el mundo”, que diría Rita Pavone .
Por lo general mantienen su figura esbelta y una larga vida, con el tesón de los caminantes. Saben cuidar de ellas mismas y de la naturaleza procurándose buenos alimentos de huertas bien cultivadas y practican una dieta rica en todo, que solo descuidan cuando les da la gana. Sus antepasadas fueron beguinas, mujeres piadosas que vivieron en comunidades aisladas del mundo y de ellas heredaron la voluntad ,la solidaridad y la rebeldía.
Pero las babayagas del norte tienen debilidad por las cabezas y dedican gran parte de su vida a la confección de sombreros, impregnando en sus telas pensamientos e ideales que van transmitiéndose de generación en generación . Sombreros que se ponen a la venta en el mercado una vez al año y que son reconocidos por sus propiedades particulares.
El día del mercado todas las babayagas llenan sus furgonetas de gorros para familia parientes y amigos; compran sombreros facilitadores de paciencia , de risa, de sabiduría doméstica, de poesía, de resistencia y de enamoramientos.
Entre las variedades más conocidas están: el gorro dorado para alicatar el baño,el gorro de ganchillo para centros de día ,el gorro de paja para las que prefieran un toque marinero y la boina multiuso que sirve lo mismo para cabruñar que para hacer títeres.
Las babayagas del norte son creadoras de ilusiones y de sombreros que en su día utilizaron para pasear por la campiña rusa, la riviera mejicana, Laviana, Nava, Mieres o Jomezana . Es una suerte formar parte de su universo porque son reales , entienden de justicia ,te reciben siempre en los días malos y nunca engañan.
Felicidades
