domingo, 8 de julio de 2007

Las montañas de Claudio
















Aneto, Mont Blanc o Picu Urriello
forman parte de miradas apasionadas
se veneran como diosas
se tocan , se sueñan,
se huelen, se aman.
Hoy Claudio nos regaló sus montañas
en formato grande,
están colgadas en la pared
marcando el horizonte
seguramente porque :
«Existen cosas que no sabe repetir aquel que baja de las alturas»