El mar es negro.
A veces recuerda personas que se fueron, algo que dijimos hace tiempo, el día que comimos garbanzos con chorizo o la compañera que cambió de centro y no volvió. A veces nos sorprendemos con sus momentos de lucidez que nos hacen sonreír.
-¿Te acuerdas Eva?, recuerdas a Pepa que nos visitó ayer, ¿te acuerdas del vestido de carnaval? Rojo, con bolsillos y unos cuellos blancos.
- Si, si me acuerdo, claro que me acuerdo, me lo hizo mi madre, y yo la ayudé. El año pasado con Luz hacíamos pulseras, si me acuerdo, este año no hicimos ninguna.
Pero otras veces, los dibujos de Eva son de color negro, el mar es de color negro, las olas y la arena negra, una mancha negra que no recuerda.
La playa donde pasa las vacaciones, una playa que no recuerda, no recuerda que llevó una cinta de su música favorita, ni recuerda los baños, ni con quién jugaba, sólo repite, repite lo que otros le dicen que vivió. A veces solo recuerda lo que pasa en este momento, solo el aquí y ahora, tan pregonado como la mejor forma de tener conciencia.Pero¿Cómo tener conciencia cuando no se tienen recuerdos?, cómo tener conciencia cuando no hay recuerdos que den sentido a lo vivido, para aprender , para revivir lo sentido. La arena también es negra. Las olas también son negras, no hay espuma ni flotadores, ni risas ni colores. No están en mi mente, no existen, sólo existen mientras me hablas de ello. Y el cielo negro, no lo veo.
-Alicante, Murcia .Si, creo que estuve allí. Si, si estuve. ¿Ayer me llevé tu cinta, no, creo que no, no sé?
La vida de Eva solo tiene presente. Le gusta cantar.
8 de marzo de 2005
La casa de las babayagas
