lunes, 5 de febrero de 2007

casas-árbol

Los troncos son los cimientos y las ramas las paredes de estas casas que evolucionan con el tiempo.

Yaiza Martínez.

Arquitectos norteamericanos han concebido un modelo de vivienda que revoluciona el tradicional concepto de construcciones verdes o ecológicas. Proponen construir viviendas usando como material básico árboles vivos, no madera inerte. Los troncos sirven de cimientos y las ramas de paredes, que se sellan con arcilla para aislarlas del exterior. A medida que las ramas crecen, la casa aumenta de tamaño y cambia su aspecto exterior, que sigue la evolución del árbol. Son casas que, al igual que los árboles, son autosuficientes, tienen una larga vida y evolucionan con el tiempo. Un prototipo que se aproxima a esta idea será construido en California para testar el sistema. Por Yaiza Martínez.

Los troncos de los árboles conforman la base estructural de estas construcciones, mientras que las ramas forman un entramado y se convertirían en las paredes y el tejado. Este denso tejido se completa con otras plantas crecederas.

En el interior, un material compuesto de arcilla y paja aisla la construcción de la humedad, cubriendo los huecos que queden en el trenzado. Asimismo, se le añadiría una capa de arcilla, como si fuera yeso, con fines estéticos.

Este material compuesto de arcilla y paja ya se utiliza en algunas construcciones, y se ha demostrado que es eficaz y perdurable. A medida que las ramas crezcan y los trenzados aumenten, la casa podría aumentar su tamaño, así como su capacidad de protección.

Frescor y calor

Mitchel Joachim ha ideado además unas ventanas fabricadas con plásticos cuya base sea la soja, y que por su flexibilidad se adaptarían al crecimiento del árbol con el paso del tiempo.

El agua necesaria para la vivienda se almacena en el tejado y circula gracias a la gravedad que la atrae al interior. Asimismo, el estanque de agua está también “habitado” por bacterias, peces y plantas que consumen residuos orgánicos, de manera que naturalmente el agua se purifica.

El agua almacenada sirve al mismo tiempo para hidratar las plantas y el árbol que forman la casa. Éstos, a su vez, producen un vapor durante su transpiración que se aprovecha para refrescar el hogar. El agua que se obtiene de dicho vapor también se conserva, cerrando así el ciclo del consumo y recuperación del agua. Por otro lado, es posible instalar un sistema de descomposición de materia orgánica que genere cómpost, empleado como abono en agricultura.