sábado, 19 de abril de 2008

Teresa Claramunt (1862 - 1931)

"Dejaos, amigas mías, de esos embustes que os enseñan las religiones todas. Desterrad lejos, muy lejos, esas preocupaciones que os tienen, como a los esclavos del siglo XIII, con un dogal que no os deja moveros para que no penetréis en la senda de la razón. Mi voz no llega a todas vosotras, compañeras queridas; pero seáis las que seáis las que leáis estos renglones que dicta un corazón que siente y un cerebro que piensa, no olvidéis que la mujer se ha de preocupar por su suerte, ha de leer los libros que enseñan, ha de asociarse con sus hermanas y formar cátedras populares donde aprender a discutir o para ir aprendiendo lo que nos conviene saber."
"A la mujer, fraternidad". Teresa Claramunt