lunes, 28 de abril de 2008

Sampedro y Valentín Fuster

Los médicos y los enfermos se relacionan de manera forzosa,
A veces con reparos, pocos guiños y sonrisas cansadas.
En horario de oficina traen a la vida una ola de miedos
cambiándonos el semblante.
Un día sentada viendo la televisión apareció un economísta y
un médico que se habían encontrado en el hospital.
Un enfermo y un cardiologo salvador , hasta aquí todo normal.
Lo extraordinario fue que entre los dos construyeron un libro
donde no se discutía de corazones fatigados y operaciones fatigosas,
hablaban de religiones y espiritualidades, de economía y globalización
de metáforas o verdades , de ciencia y de lo que en el genero humano hay de noble , amable, o quizás solo de comprensión por el otro ,y vi por televisión
en directo la cara inquieta y franca de la humanidad
lo que algunos llaman sabiduría.