sábado, 12 de enero de 2008

Viva la republica







Esta semana mientras zapinaba -¿existirá el verbo?- disfrutando del sofá pude ver al señor Peñafiel, haciendo publicidad de su nuevo libro sobre la corona.
El programa de televisión que lo contrata para desparramar toda su sabiduría es uno de esos programas que si desapareciera un buen día no pasaba nada en España. Los presentadores están demasiado ansiosos por la audiencia y las tertulianas son dos gallináceas que lo saben todo sobre la vida privada de todo el mundo, orgullosas de llamar a eso periodismo.
El caso es que Peñafiel habla de los amoríos del rey con algunas señoras y entre ellas Bárbara Rey, mujer maltratada por el rey de los leones, mujer de Cristo y amante del rey mismo y que en su día recibió, según contaron ,500 millones de pesetas para que callara.
Eso de contrastar la información debe ser cosa rara entre estos periodistas, Peñafiel en cuestión se fía de un amigo de otro amigo que publicó lo mismo y él lo repite y lo publica el día que cumple 70 años la familia real, una familia de temer porque cualquier día se nos presenta en casa a saludarnos, para caer bien a todos los españoles.
Pero ¿ahora qué? ¿alguien irá a un juzgado a pedir cuentas al rey?, ¿algún James Bond investigará sobre si salieron 500 millones del presupuesto general del Estado para silenciar amantes? ¿Bárbara Rey se volverá millonaria paseándose por los platós?, ¿la “afogarán” antes?, ¿mirarán los políticos en dirección Cuenca?, ¿el rey puede gastar lo que quiera en lo que sea menester porque para eso es el rey?¿comenzará a reinar Felipe VI?, ¿Leticia dará un cursillo de patchword en el centro social de Teatinos para afianzar la corona?
Veremos.