jueves, 3 de enero de 2008

poesía del desgaste

Cuando miro las facturas
de la luz, del gas,
de la hipoteca, del teléfono,
de la comunidad, del agua
del coche, de la gasolina,
de la contribución, de la viñeta
rogando que no caigan más imprevistos.
Pero caen,
y tiro de tarjeta
con la conciencia estrujada por
el monstruo del crédito.
Me pregunto
qué trastorno padecí,
cuándo me transformé,
quién me abdujo,
en qué momento.
Y me quedo sola, sin respuesta
envuelta en facturas de todos los colores
anestesiada con la música de Juanjo
las fotos de Nicolás y
una película de Katherine Herpburn.