“El día en que todo haya sido olvidado y nuestros huesos se pudran lejos tal vez el uno del otro, nuestro amor parecerá todavía indispensable y justo frente al azar y la gratuidad de los otros, fortuitos siempre, eventuales, imprevistos, absurdos, a merced de la suerte, arbitrarios, inútiles, siempre aleatorios”
“Señas de identidad”