martes, 19 de febrero de 2008

Tengo una lámpara de esas que no te da en los ojos

Tengo una lámpara de esas que no te da en los ojos, pero que te obliga a contemplar nítidamente el volcán de mierda depositado en sitios extraños de la casa, lo que me hace llegar a la conclusión que hay un día en la vida de todos que es preciso coger el trapín y limpiar entre las teclas del ordenador.
Seguro que una parte de la humanidad informática tendrá el hábito de limpiar la ranura de las teclas todos los días, como quien limpia el coche tres veces a la semana, familias estupendas con hábitos brillantes.
Seguro que a estas alturas de la civilización el mercado tendrá a disposición de los clientes un palin ergonómico para limpiar ranura de teclas de diferentes materiales. Ya puesta me gustaría investigar por si existiera una maquina que lo limpie todo a la vez , algo que al levantarme por la mañana me paralizara a mí y a toda mi familia y a la vez que nos diera un baño dejase limpios los cristales, las mesas, las teclas del ordenador , las del teléfono , los espacios oscuros entre los cables del enchufe, debajo de la mesa, la esquina de las camas, las fotos, esa parte de las estantería donde se deja todo, la cocina , el baño, la lavadora y nevera, el aparato que sostiene el papel higiénico, el mueble de la entrada- que maldita la hora- en fin, un orgasmo comunal solidario y gratuito y sentirme alguna vez como aquella embrujada de la televisión que colocaba las estanterías con una mueca .
Ahora me doy cuenta de dos mujeres que marcaron mi vida: Mary Poppins y embrujada. Las dos tenían poderes para colocar y limpiar en un plis. Dicen que una terminó alcoholizada.