viernes, 22 de febrero de 2008

Fin de otro cuaderno

Y otra vez un cuaderno que concluye,
Esta vez más sin pausa, más aprisa,
más urgente en quien puede la sonrisa,
Musa sonrisa o brisa que me influye.

El poeta ondula, borra, restituye,
Dibuja al fin la línea esbelta, lisa
-coordinada de amor, luna de abscisa-,
Bisel de la esperanza que no huye.

Que no huye , que está infalible, presa
Encantada en el verso, mi princesa,
Con rasgos de las nueve y de la una.

No morirá el cuaderno, irán sus hojas
De mis manos, dolor, de sangre rojas,
A tus manos, amor, blancas de luna.

Gerardo Diego