Cambiar de ciudad no es fácil, aunque sean dos ciudades tan cercanas como Oviedo y Gijón, que podrían ser una, si no fuera por los equipos de fútbol que separan tanto. Pero hacer la mudanza tiene la ventaja de encontrar aquellas cinco mil pesetas perdidas, de sudar, de ver estanterías lisas,paredes limpias,los huecos del cuartín, los bolígrafos y calcetines desaparecidos durante años, remover la vida tiene su aquel. Una vez abrazado el camión de la basura resulta liberador darme cuenta de que todo lo que tengo se puede tirar,de que se puede formatear la vida oliendo el mar o cualquier otra cosa.