martes, 2 de marzo de 2010

Reflexión espiritual 127. ¿Por qué las mujeres no se paran a ver las obras?

Siempre hay una obra cercana en cualquier ciudad, un sitio vallado y gentes con cascos y maquinarias que sacan arena y piedras de los abismos subterráneos. Hombres duros que escarban la tierra sudorosos- nunca vi a mujeres en maquinas de estas. Me paré a mirar y extasiarme del entorno varonil de la construcción. De ese trabajo duro con mirada intrigante ¿qué irán a hacer aquí?, en dos meses, esto será un centro comercial con cinco o diez o veinte pisos, con sus vigas, paredes, puertas, ventanas, escaparates, letreros de se vende o se alquila. Los hombres miraban el altar de la construcción solos, las mujeres pasaban hablando de dos en dos. Soledades diferentes.