domingo, 30 de septiembre de 2007

Por los puertos de Agüeria




Juanjo tiene unas montañas propias, unas montañas que desde que era un chaval pateo por los sitios más difíciles convirtiendo cada viaje en una aventura de supervivencia. Los montañeros sufren esa transformación física y mental que yo nunca entendí muy bien, hasta ayer que subí por primera vez a los puertos de Agüeria .
Salimos desde Lindes acercándonos a Peña Arpín y al Tapinón atravesando unas subidas complicadas. Pero hay un bosque de hayas que llega hasta el río, un espacio silencioso de raices enormes que sujetan la montaña y que tapan el cielo. Un territorio de reinas majestuosas.Unos gigantes vivos y silenciosos que no había visto nunca.