-¿Una mujer que está embarazada o con un proyecto de ser madre sigue siendo un problema para las empresas?
-E: Sí que lo es. Es un problema para el jefe de la empresa, pero también es un problema para el embarazo. El jefe está pensando en la cantidad de tiempo que tendrá que cubrir con dos sitios de trabajo y con el rendimiento proporcional, y la persona que está embarazada está pensando en cómo puede afrontar esa nueva etapa de su vida en un entorno profesional problemático antes de esta circunstancia.
-Tampoco desde los departamentos de recursos humanos de las empresas…
La misma entrevista, para el mismo sitio de trabajo, entre un candidato y una candidata es completamente distinta. En mis 23 años de vida profesional no he escuchado jamás un empleado que pregunte al hombre cómo se organizará el tiempo con las criaturas que tiene, nunca. En cambio, a una mujer, sistemáticamente la primera pregunta que se le hace es, ¿Qué hará usted con los niños? Porque en un sitio de trabajo a veces hay que viajar mucho. ¿Por qué no le preguntas lo mismo al candidato hombre?
Hay un capítulo en el libro en el que hacen referencia a la sociedad sueca. ¡Cómo cambian las políticas sociales y de familia si las comparamos con España!
-M: Es otro mundo, está claro.
-E: Para ellos es algo muy normal que un hombre tenga que irse del trabajo a recoger a su hijo porque tiene fiebre y luego pueda trabajar desde casa mientras le cuida.
-M: Igual que aquí no pasaría nada si te vas del trabajo unas horas para llevar el coche al mecánico, es algo normal.
-¿Y si en España un hombre dice que se tiene que ir del trabajo para ir a buscar a su hijo al colegio porque tiene fiebre?
-E: De diez jefes, dos lo entenderían porque a lo mejor se han encontrado con situaciones similares, pero los otros ocho pensarían, "¿y no puede ir tu mujer?
Esther Casademont, y la periodista de La Vanguardia, Mar Galtés, en su libro "El timo de la superwoman"
La casa de las babayagas
