A veces en el ascensor me encuentro vecinos desconocidos; jóvenes parejas, hombres con mujeres, adolescentes con mochilas, bebes, perros, etc. No tengo interés en saber en qué piso viven , ni a qué se dedican. Pero últimamente, una voz arrolladora de mujer me despierta taconeando moviendo muebles y repitiendo un “Cabrooooón “que tiembla el misterio.
Mi vecina a la que no conozco y a la que supongo una edad madura, algo coqueta a juzgar por el taconeo y firme en sus sentencias, me deja en estado catatónico .
¿A quién irá dirigido ese “cabrooooón"? Barrunto varias opciones; un marido alcohólico amargador de existencias , un hijo narcotizado que le vende los muebles sin permiso , un padre en proceso senil que se mea en la pared , un arrebato justiciero de limpiadora compulsiva en estado de gracia .No sé qué pensar.
Si por lo menos quitase los tacones.