viernes, 20 de noviembre de 2009

Fiebre Marina

Debo volver al mar, al solitario mar y al cielo.
Y sólo pido un velero y una estrella para timonear hacia ella,
y el tirón de la rueda y el canto del viento y de las blancas velas al gualdrapear,
y en el rostro del mar una gris neblina, y el alba cerrada que empieza a clarear.


John Masefield (1878-1967)