Ayer sábado Miguel Ríos se despidió roquero en una noche de luna llena pixueta,mirando el mar y recordando el rio.
Una canción de amor que cantábamos
cuando no sabía nadar, ni tenía rio donde bañarme,
ni amor a quién secar las manos y regalar una flor.
No saltamos porque no está el cuerpo pa ello.