sábado, 4 de octubre de 2008

Reflexión espiritual 29

Anoche tuve un sueño

Pedaleaba en bici por una cuesta infinita, de repente las piernas dieron un vuelco colocándose a la altura de los ojos en una postura imposible y se convirtieron en estatuas negras petrolíferas, que más tarde reconocería como recipientes de plástico con abertura. Una vez llegado al sitio, me bajé de la bici como si nada.
El subconsciente me querrá decir que estoy engordando, que el petróleo sube o que mi verdadera vocación era contorsionista.
No sé.