sábado, 4 de octubre de 2008

El pasapuré


En el año 1947 Louis Tellier y su hijo Jean cerca de París diseñan el primer pasapurés de la historia de la cocina ,un artefacto necesario para pasar el puré o triturar más fino que la batidora que consta de tres partes fundamentales, a saber: una vistosa , con forma de sombrero y mango armado con su correspondiente abertura donde se introduce una segunda pieza llena de ”agujerinos” que son un horror para limpiar y un círculo central donde incrustar la última y más tecnológica, formada por un circulo metálico tipo serrucho con manivela y enganche que se ajusta a la pota. Los más modernos tienen en su parte posterior unos apéndices para encajar convenientemente.
Hasta aquí todo perfecto. El problema viene después, cuando te pones a fregar los platos y aparece este artefacto que despiezas, lavas en sus partes más íntimas, dejas secar e intentas de nuevo devolverle su forma conocida y tradicional. Entonces ocurre lo inevitable, la primera parte no encaja en la segunda , ni la segunda en la tercera, la manivela queda ladeada y no gira, y lo peor ,no entra en el cajón correspondiente del armario. Así las cosas, todo se convierte en un rompecabezas mecánico que me desquicia una mañana soleada de sábado, por lo que tomo la salomónica decisión de azotarlo desarmado y descompuesto en algún cajón.
El cubo de Rubik , una tontería.