jueves, 11 de octubre de 2007

Paseando por Gijón

Si supiera nadar y viviera en un barco me dedicaría a la contemplación, a oler la bruma y abrir los ojos en estado atento casi perfecto, esperando todos los días esos rayos de sol esparcidos por el agua, cantando aquello de : “Con mi velero voy /soñando en cada puerto/ con mi velero llevo/ mí vestido, mi atuendo”, pero como no sé nadar ni vivo en un barco , doy una vuelta por Gijón antes de ir a trabajar .
Gijón y Oviedo son dos ciudades que se complementan muy bien, una tiene playa y la otra no, una tiene la Opera y la otra la Semana Negra, una es llana y la otra no, una es del PP y la otra del PSOE, si viviera en Barcelona o Madrid, serían dos paradas de metro de una gran urbe, pero aquí parecen dos polos con vocación de llevarse mal.
Hoy salí de Oviedo con un sol esplendido y una temperatura de 22º, dispuesta a pasear por el muro placidamente; pero por esos misterios de la meteorología, Gijón está sumergida en una niebla que apenas deja ver el mar,una nube espesa de bruma que todo lo puede.
Estoy cerca de la casa de Rosario Acuña y de una escultura plateada de lazos abiertos que llaman Solidaridad .Me paro entre tanto caminante deportista de paso ligero , me fijo en ellos todos los días, algunos llevan cascos y mirada ausente, otros hablan de la vida sin abandonar el ritmo endiablado del paso ligero, jubilados con vocación de jóvenes ,caminantes disciplinados que no miran ni ven .
Tengo que ir a trabajar.
Huele a ocle, respiro hondo y hasta dejan de dolerme las encías,menos mal.