martes, 23 de agosto de 2011

Reflexión espiritual 238.Erase una vez

Erase un arbolito sin hojas
Marcaba las horas con sus ramas
Buscaba el frío del invierno
Apenas maduraba.
Erase un arbolito plateado
Dispuesto a saltar montes,cruzar mares
Sostener con sus ramas el mundo
Y gritar a los cuatro vientos.
Erase un arbolito un poco desquiciado.