martes, 15 de julio de 2008

Cosas mías:"El Palladium".


El Palladium


De vez en cuando leo sobre sitios desaparecidos de Oviedo que me traen recuerdos, hace dos semanas en “ La Nueva España” salió un articulo muy jugoso del cine Palladium que me disparó la memoria .
1975 ,vivíamos en la calle San Francisco, donde ocurrían cosas de continuo, la Universidad movidilla en frente junto a La Viuda de Basilio donde se tomaban vinos , el Albabusto convertido en Logos ,los milhojas del Rialto , el” Asturias patria querida “de la Caja de Ahorros atronicando a todas horas, arriba un piso misterioso alquilado por el arzobispado, que lo mismo celebraban misa que reunían al partido comunista, con alguna cañería rota que enfrentaba a mi madre con la iglesia . Una echadora de cartas clandestina en el edificio contiguo, en frente una mujer mayor con hijo taxista que daba voces , al lado un piso de estudiantes gallegos , en el edificio contiguo una mujer con gato y geranios permanentemente vigilando y en el primero unas profesoras teresianas con sonrisa impecable y santa.
En mi habitación siempre itinerante, según el organigrama de mi madre sonaba el disco de “Te recuerdo Amanda” y “Mi calle” de los Lone Star ,
La pensión sufría cambios continuos y en las habitaciones alquiladas no había intimidad de ningún tipo, el único centro de reposo era el servicio de 30 metros cuadrados, techos altos, azulejos rosa ,agua caliente que no llegaba nunca, grifos que no cerraban , un frío que pelaba y la mejor acústica del mundo para tocar la guitarra , único refugio espiritual donde dedicarte a la contemplación, leer cartas , escribir diarios y mirar fotos. Ahí empezó mi vocación de hippie , un mundo ideal que tenía su centro en Ibiza y entre aquellas cañerías . Mientras en la calle pasaba de todo en mi casa pasamos de pensión de futbolistas a pensión de estudiantes, de la vida sana y los filetes de Rodri a una ola de fumadoras nocturnas , ropa tirada y partidas interminables de parchís. Atrás quedaron los partidos del Real Oviedo , el cine con Charín y los futbolistas celebrándolo todo menos las victorias del Sporting.Con los nuevos vientos y las nuevas pensionistas,comenzó la costumbre de ir al Palladium a ver una película rara.
El Palladium era una cine nuevo que abría sus puertas, un cine de arte y ensayo que no tenía ni idea lo que significaba , el más progre, en el que ponían películas raras y sesiones continuas que duraban toda la noche y que luego el más listo comentaba ,para explicarte lo que habías visto. En aquel mundillo de estudiantes solo eran de derechas los de Cristo Rey, la guardia civil, las monjas y Franco y las películas cuanto más raras más de izquierdas parecían. Allí conocí a Buñuel y a Fernando Rey que me hacía gracia ,hasta solté una carcajada en "Ese oscuro objeto del deseo"cuando la protagonista llevaba un cerdo en los brazos como si fuera un recién nacido, luego me explicaron el fondo y se me quitó la risa. En el Palladium vi por primera vez películas subtituladas que fueron una agonía durante mucho tiempo pero que terminaron teniendo su punto.
Un día cerraron el cine y abrieron un gimnasio.