sábado, 3 de marzo de 2012

Las afueras

“En los días siguientes, el tiempo se mantuvo bueno. El sol, eso sí, se ocultaba cada jornada unos minutos antes y al amanecer, aparecía cada vez unos minutos más tarde y más enturbiado por la niebla. Las higueras y los almendros y la viña virgen que trepaba por la parte trasera del edificio, ya habían perdido sus hojas y los plátanos y castaños de follaje dorado, se destacaban bellamente en el verde oscuro de las colinas. Las ardillas cambiaban de pelo y todos los días, camino del sur, pasaban grandes bandos de palomas”




Luis Goytisolo