sábado, 2 de abril de 2011

El gusano sano

Era un gusano
muy sano
-nunca tosía-
Era un gusano
muy sano
-sólo tejía-.
Sano y enano
el gusanito era
-sólo comía
hojas de morera-
El gusanito
no quería ser lo que era,
lloraba y lloraba
lágrimas de seda.

Se escondió en su capullo
para que nadie lo viera
-llorar-.
El gusanito
no quería ser gusano,
quería ser otra cosa.

Su deseo fue realizado,
se convirtió en mariposa.

-¡Seré mariposa blanca
porque al revolotear
quiero ser y parecer
palomita de la paz!

(Cuando se desea mucho una cosa,
se consigue la cosa, hermosa.)
Gloria Fuertes