sábado, 13 de noviembre de 2010

Reflexión espiritual 192. Tener un hijo: "Calla que ya llega, no seas quejica"

Por fin alguien se da cuenta que tener un hijo es más que un acto médico, que es más importante la mujer que el ginecólogo, que no es necesario gritar hasta la extenuación para recetar el calmante, que no todas queríamos parir con dolor, que las salas donde dilatar eran y “seguirán siendo” centros de tortura solitarios e invisibles. Lo más de hace unos años era que alguien con humanidad te preguntase ¿Qué tal vas? Y siguiera hablando de su vida diaria con alguna compañera ajetreada. Por supuesto el médico o médica aparecía a última hora, porque ellos están para salvar vidas.
Ahora parece que existen paritorios donde la música relajante,la respiración, las bañeras, las pelotas gigantes suaves en las que reclinar la cabeza, los masajes en los pies, la acupuntura, etc. se emplean para ayudar mientras las mujeres dilatan. Humanizar el parto lo llaman.
Lo que me huele mal es que salga en la prensa cuando la carrera de enfermería se convierte en grado, 4000 matronas pierden prestigio social y están paradas con su nueva especialidad bajo el brazo.
Así todo, bienvenido sea lo” humano”.