domingo, 21 de febrero de 2010

Reflexión espiritual 124. Imbécil.

Hay gente a la que me gustaría insultar, llamar imbécil.
Frente a la playa, una tarde de domingo, un niño de seis años con casco y monopatín le explicaba a su padre como se movía.
-Mira, mira voy solo. Mira con los brazos así, mira, mírame.
-Ya te vi, si, ya te veo –contestaba el padre desganado -pero no es así, mira, no lo hagas como yo que soy zurdo, sabes lo que es zurdo, lo que yo hago con la izquierda, tu lo tienes que hacer con la derecha. No lo entiendes. Bueno déjalo. Es tarde, tenemos que marchar.
Me imaginé a ese pedazo de lija excitado con un gol de Ronaldo, el chiste de un amigo o haciendo zapping. Hoy parecía que alguien le había puesto el deber de salir con su hijo a dar una vuelta, un padre de los de “hoy te toca a ti”.
Imbécil.