Soñé una conversación interesantísima sobre perros
no sabía quién era la señora ni el perro pero todo era real, tan real que las palabras
retumbaban en la habitación
reflexiono a modo ultraligero sobre la diferencia entre la vigilia y el sueño, la verdad y la mentira , lo real y lo imaginario.
y todo queda en un ¡Vaya sueño que tuve ayer!