Ha llegado el momento
de irse a la mierda,
pisando un camino que no existe,
con la boca llena de un polvo que no existe,
con los ojos cegados
en búsqueda de un padre que no existe,
con el recuerdo de quien fue cien veces
el mismo desconocido que ya no existe.
Un presente sin historia, por favor, que me
llegue un presente desconocido y hermoso,
un presente como la boca de un ángel o de un demonio,
en este día infame donde la nieve
huele a carroña y mi cuerpo busca sin remedio
su fantasma,
que me venga un presente,
un presente con pájaros,
un presente cualquiera.
.
Dionisio Cañas