Dormir con la ventana abierta
y escuchar la lluvia es uno de esos pequeños placeres
que a veces se me olvidan
es un sonido continuo y discontinuo a la vez
lleno de viday escuchar la lluvia es uno de esos pequeños placeres
que a veces se me olvidan
es un sonido continuo y discontinuo a la vez
de repicar
de humedad suave y profunda que atraviesa la tierra
una música de la naturaleza , indispensable
perfecta.