Qué más da que no haya Dios
si hay caracolas que suenan
mar que se enfada
viento que mece
si hay remedio para el resfriado y tomate para el arroz.
Qué más da que no haya Dios si en la noche
cuando las sombras se hacen perpetuas
estás tú que me preguntas ¿Qué te pasa?