(...)
Mi puerta estaba abierta
La seguridad estaba relajada
Pero solo mi corazón se rompió
Debiste de tener una llave de acceso hecha de cera
Fingiste un robo con insolencia
Y yo entristecí en doce bares en la línea de los amantes
Y nunca tuviste la inteligencia para usar
Las doce llaves colgando de mi cadena